La deglución atípica es una disfunción oral que se caracteriza por un incorrecto posicionamiento del órgano lingual durante el acto de deglutir. Cuando la deglución atípica incide en la oclusión (mordida) causando una maloclusión, el manejo diagnóstico-terapéutico es generalmente una combinación de logopedia y ortodoncia para su total rehabilitación. La primera estará encaminada a normalizar las funciones orales alteradas (deglución, respiración, etc.), mientras que la acción de la aparatología resolverá el trastorno de la mordida, es decir, la anatomía.
En la década de los sesenta, los ortodoncistas, preocupados por las recidivas en la rehabilitación de las maloclusiones, recurrieron al trabajo conjunto con los logopedas con la finalidad de que éstos últimos llevaran a cabo un tratamiento para intentar disminuir las presiones de la musculatura contra las estructuras óseas.
La actuación del logopeda se basa en la aplicación de la Terapia Miofuncional (TMF) que se define como “el conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para la corrección del desequilibrio muscular orofacial, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución, la creación de patrones adecuados para la articulación de la palabra, la reducción de hábitos nocivos y el mejoramiento de la estética del paciente.
Su base de trabajo es el sistema bucomaxilofacial, que se encarga de funciones vitales como la respiración, succión, deglución, masticación y el habla; y otras múltiples como bostezar, llorar, vomitar, etc.. El trabajo del logopeda en los casos de deglución atípica con inclusión de ortodoncia puede desarrollarse en tres etapas diferentes.
Esta colaboración entre ortodoncistas y logopedas en los casos de deglución atípica puede tener tres etapas:
–Intervención previa: La edad del paciente, la presencia de dentición mixta, una mordida abierta anterior o lateral o hábitos nocivos de succión pueden llevar al especialista en ortodoncia a otorgar prioridad al trabajo del logopeda para que éste actúe sobre la disfunción deglutoria. Esta intervención pre-ortodóncica es habitual, especialmente en los niños que por su escasa edad aún no pueden realizar una corrección de su mordida, pero tienen algún trastorno como: respiración bucal, deglución atípica, o malos hábitos orales como chuparse el dedo.
–Intervención conjunta: El trabajo simultáneo del ortodoncista y el logopeda facilita el intercambio de información y la coordinación interprofesional, acorta los tiempos del tratamiento y garantiza óptimos resultados a corto, mediano y largo plazo, lo que es más beneficioso para el paciente.
–Intervención posterior: cuando el logopeda actúa tras la retirada de los aparatos para verificar la correcta asunción de los patrones aprendidos anteriormente mediante la intervención previa y/o conjunta) se asegura de que no haya interferencias musculares y/o funcionales que afecten y predispongan a que se produzcan recidivas que se producen cuando las arcadas dentales del paciente vuelven al mismo estado que antes del tratamiento de ortodoncia. Este período es fundamental para la estabilidad de la oclusión.
El tratamiento post-ortodóncico del logopeda también será necesario en los pacientes con la mordida corregida pero que mantenga un patrón deglutorio incorrecto por no haber efectuado terapia previa o conjunta.
Hábitos nocivos durante la infancia, como el de chuparse el dedo, pueden llegar a ocasionar deglución atípica
DESARROLLO DEGLUCION ATIPICA
La deglución atípica se define como aquellos movimientos compensatorios que se desencadenan por la inadecuada actividad lingual en el acto de deglutir en la fase oral. La deglución atípica o “infantil”, no se trata de un estancamiento en un estadio evolutivo infantil previo, sino de una forma de deglutir anómala que puede ser consecuencia y causa de alteraciones anatómicas.
La deglución atípica se detecta cuando los niños proyectan la lengua en la cara palatina de los dientes anteriores abriendo la mordida, espacio que luego ocupa la lengua. Esto se traduce en problemas para pronunciar con claridad ciertos fonemas como: D,T,L,N,R.
En muchos casos una evaluación e intervención logopédica temprana puede evitar que se instauren patrones y hábitos incorrectos que generen anomalías estructurales en los órganos fonoarticulatorios: maxilares, paladar, mejillas y dientes.
SIGNOS
Se ha determinado un perfil facial característico de la persona con deglución atípica:
- Labios hipotónicos-
- Lengua descansando entre los dientes.
- Tendencia a la respiración bucal.
- Maxilar superior o inferior avanzado o retrasado.
- No realiza una deglución adecuada porque mastica con los dientes y no con los molares posteriores: quedan sobras de alimento en el vestíbulo y la cavidad bucal.
- Saca alimentos fuera de la boca y no degluten con tanta frecuencia.
- Realiza movimientos excesivos como: elevar la cabeza, contraer los labios excesivamente o hacer muecas o ruidos al tragar.
CAUSAS
- Falta de sellado labial, durante el acto de deglutir, dejando la boca abierta.
- Labios de tono muscular disminuido, es decir, la musculatura del músculo orbicular de los labios está poco desarrollado.
- Respiración bucal.
- Lengua hipotónica en posición avanzada o interdental, es decir, la lengua se interpone entre los incisivos en la parte frontal o lateral (“interposición lingual”) o presiona contra su cara posterior durante la fase de deglución.
- Presencia de maloclusiónes: dentales y maxilares, incorrecta posición de las piezas dentarias no permiten el sellado correcto de la boca durante el acto de la deglución.
FACTORES DE RIESGO
- El factor más relevante se refiere al uso del biberón, considerado una de las causas de la deglución atípica.
- Uso de alimentos triturados más allá de la edad adecuada. La alimentación blanda exige poca actividad de la musculatura perioral, “situándonos en la etapa de deglución infantil y potenciando en consecuencia la aparición de un aparato estomatológico inmaduro.
- Hábitos orales nocivos: La persistencia de hábitos orales nocivos puede afectar tanto al patrón de crecimiento y desarrollo normal como a las funciones del sistema estomatognático.
Estos hábitos son:
- Utilización de chupete o biberón hasta edades impropias (más allá de los 3 años).
- Succión digital.
- Succión labial, lingual y de mejillas.
- Succión de objetos.
- Acción de morder-prensar.
- Queilofagia (morderse los labios).
- Onicofagia (morderse las uñas).
- Respiración bucal.
DIAGNÓSTICO
La deglución atípica suele detectarse en la etapa escolar y ante los primeros síntomas observados es importante acudir al logopeda con el fin de confirmar las sospechas de una posible deglución atípica, ya que es el profesional capacitado para realizar la valoración y rehabilitación de los diferentes tipos clínicos. No obstante, el diagnóstico de un posible trastorno deberá ser fruto del trabajo coordinado entre los diferentes profesionales implicados tales como un odonto-estomatólogo, otorrinolaringólogo, psicólogo y logopeda.
Al realizar el examen de diagnóstico, el médico foníatra toma en cuenta: Entrevista con los padres, examen de pronunciación, examen de desarrollo intelectual y examen de psicomotricidad, que incluye conducta respiratoria, discriminación de los sonidos, fonemas y palabras.
Así mismo, existen ciertos aspectos relativos al desarrollo en los primeros meses de vida, de gran relevancia que el profesional debe conocer para hacer un diagnóstico acertado. Estos son:
- Tipo de la alimentación recibida a partir del nacimiento.
- Momento de inicio y finalización de cada una de ellas.
- Presencia de hábitos de succión: características, momento de aparición y finalización de los mismos.
- Alimentación actual: alimentos de preferencia del niño, forma de presentación de los mismos, ritmo y hábitos de alimentación, dificultades detectadas en la masticación, cantidad de líquido ingerido durante las comidas.
- Presencia de síntomas indicativos de probable trastorno deglutorio.
DEGLUCION ATIPICA CON PRESIÓN ATÍPICA DEL LABIO (INTERPOSICIÓN LABIAL)
Ocurre en pacientes que se encuentran normalmente en reposo y los labios no están en contacto. En el momento de la deglución, la selladura de la parte anterior de la cavidad bucal no se realiza por el contacto simple del labio superior con el inferior, sino mediante una fuerte contracción del labio inferior, que se interpone entre los incisivos superiores e inferiores. Los incisivos inferiores de esta manera se inclina en sentido lingual, apiñándose mientras los incisivos superiores se vestibularizan.
Como el labio superior no participa en la deglución, se torna cada vez más hipotónico, y adquiere un aspecto de labio corto. Sin embrago, el labio inferior, por su gran participación se torna cada vez más hipertónico, así como los músculos del mentón. La pérdida del contacto funcional anterior, favorece la extrusión dentaria, aumenta el resalte y la sobremordida. El desplazamiento vestibular de los incisivos superiores rompe el punto de contacto entre los incisivos laterales y caninos y favorece la migración de los segmentos posteriores.
DEGLUCION CON PRESION ATIPICA DE LA LENGUA
En pacientes con este tipo de problemas, en el momento de deglutir los dientes no entran en contactos. La lengua se aloja entre los incisivos interponiéndose a veces entre premolares y molares. Se observa también contracción de los labios y las comisuras, lo que provoca un estrechamiento del arco de los caninos y de músculos mentoniano. Los musculo elevadores de la mandíbula no muestran ninguna contracción.
La deglución con presión atípica de la lengua, se clasifica en:
- Tipo I: no causa deformación
- Tipo II con presión lingual anterior: la lengua durante la deglución ejerce presión sobre los dientes anteriores por lingual o entre ellos. Las deformaciones son:
- Mordida abierta anterior: la presión se realiza en la región anterior y la deglución se efectúa con los dientes desocluidos y la lengua se queda en una posición que parece que va a ser mordida. En consecuencia, hay una mordida abierta anterior.
- Mordida abierta y vestíbuloversión: la lengua además de interponerse entre los dientes en la región anterior, ejerce también una presión anterior, y hace que los incisivos anteriores y/o inferiores exhiban una severa inclinación vestibular (vestibuloversión).
- Mordida abierta anterior, vestibuloversión y mordida cruzada posterior. El mismo cuadro anterior, asociado a una mordida cruzada posterior uni o bilateral a la altura de los molares, debido a la ruptura del equilibrio muscular entre la lengua y los músculos del carrillo.
- Tipo III con presión lingual lateral: la presión lingual se realiza en la región lateral del arco, a la altura de los premolares, con obtención de apoyo entre estos dientes del arco superior e inferior. Las deformaciones resultantes son:
- Mordida abierta lateral: la deglución se realiza con depresión de la mandíbula y la lengua es retenida en la región de los premolares.
- Mordida abierta lateral y mordida cruzada: hay mordida abierta en la región de apoyo, asociada a una mordida cruzada posterior del lado opuesto. También asociada por la ruptura del equilibrio muscular de ese lado.
- Tipo IV con presión lingual anterior y lateral: la maloclusiones resultantes son:
- Mordida abierta anterior y lateral.
- Mordida abierta anterior y lateral con vestibuloversión.
- Mordida abierta anterior y lateral con vestibuloversión y mordida cruzada posterior.
PREVENCIÓN
- Ofrecer lactancia materna exclusiva siempre que sea posible. La lactancia materna se considera como un factor de protección en relación con las maloclusiones y contribuye a la prevención de las caries dentales
- No permitir el uso de chupete ni la succión digital más allá de los 3 años de edad. Hasta esta edad, los efectos que puedan haberse producido son mínimos y se corrigen naturalmente.
- Enseñar al niño a respirar bien, y asegurarse de que no sufre obstrucciones nasales recurrentes.
- Ofrecer al niño la alimentación adecuada a su edad, con oportunidades para ejercitar la musculatura masticatoria.
- Acudir a los controles pediátricos estipulados para controlar el correcto desarrollo muscular, postural, etc.
- Realizar revisiones odontológicas periódicas.
- Acudir al profesional en cuanto se detecte la existencia de algún factor considerado de riesgo para el desarrollo de disfunciones orofaciales. Si se detecta y trata a tiempo, las consecuencias y los trastornos asociados son menores y la resolución más fácil y rápida.
- Revisiones periódicas para detectar las alteraciones en momentos iniciales, de manera que podamos intervenir precozmente y eliminarlas antes de que representen un problema importante.
PAUTAS PARA PADRES
- Es muy importante anticiparse a este tipo de problemas en una edad temprana, por lo que adquiere especial relevancia prestar atención a los hábitos de prevención descritos anteriormente.
- Concienciarse de la importancia de la postura y la respiración nasal
- Evitar corregir actitudes como dejar la boca abierta o la lengua interpuesta.
- Reforzar la actitud positiva de responsabilizarse de seguir las pautas establecidas en el tratamiento.
- Procurar que el momento de realizar los ejercicios se convierta en algo lúdico y un momento en que padres e hijo puedan disfrutar de su compañía, evitando que le resulte algo tedioso.
TRATAMIENTO
Consiste en la terapia miofuncional que se debe llevar a cabo entre el odontólogo y el terapeuta del lenguaje.
La Terapia Miofuncional consiste en un método de reeducación de la deglución atípica.
Entre los objetivos que persigue la terapia miofuncional se encuentran:
- Devolver el equilibrio muscular orofacial perdido reeducando patrones musculares inadecuados.
- Modificación del patrón deglutorio incorrecto estableciendo nuevos comportamientos.
- Instauración de hábitos correctos como: una postura, respiración y deglución correctas.
- Áreas a trabajar:
- Relajación
- Postura
- Respiración
- Musculatura
- Deglución

