Su cuerpo es una compleja máquina. Los alimentos que elige y la frecuencia con la que come afectan a su estado general y al de sus dientes y encías. Si consume demasiados refrescos azucarados, bebidas frutales endulzadas y aperitivos poco nutritivos, podría correr el riesgo de sufrir caries dental. La caries dental es la enfermedad infantil crónica más común, pero la buena noticia es que se puede prevenir.
La caries dental ocurre cuando las bacterias entran en contacto con el azúcar en la boca y causan los ácidos que atacan los dientes durante 20 minutos o más.
Los alimentos que contienen azúcares de cualquier tipo pueden contribuir a causar caries dental. Para controlar la cantidad de azúcar que consume, lea las etiquetas de los productos alimenticios y elija alimentos y bebidas que sean bajos en azúcares añadidos, que se encuentran a menudo en las bebidas refrescantes, los caramelos y los dulces. Su médico o dietista registrado también pueden proporcionarle sugerencias para su consumo de alimentos diario.
Si su dieta carece de ciertos nutrientes, puede ser más difícil que los tejidos en la boca resistan una infección. Esto puede contribuir a la enfermedad de las encías. Un caso grave de la enfermedad de las encías es una de las principales causas de pérdida dental en los adultos. Muchos investigadores creen que la enfermedad avanza de forma más rápida y es potencialmente más grave en personas con una mala alimentación.
Para disfrutar de una vida sana y de dientes y encías sanas, piense antes de comer. No es solo lo que come sino cuándo come lo que marca una gran diferencia en su salud bucodental. Los alimentos que se consumen en el marco de una comida resultan menos nocivos porque se libera más saliva durante la comida, que ayuda a eliminar los alimentos de la boca y contribuye a reducir los efectos de los ácidos. Siga siempre una dieta equilibrada y limite los tentempiés entre comidas. Si lleva una dieta especial, tenga en cuenta el consejo del médico a la hora de elegir los alimentos.
Para una buena salud bucodental, considere estos consejos a la hora de elegir su comida y refrigerios:
- asegúrese de consumir bastante agua.
- coma una variedad de alimentos de cada uno de los cinco grandes grupos específicos de alimentos:
- cereales
- frutas
- hortalizas
- alimentos de proteínas
- productos lácteos
Limite el número de meriendas que come. Si come entre horas, seleccione una marienda sana como queso, hortalizas crudas, frutas y yogur. Los alimentos que se consumen como parte de una comida causan menos daño a los dientes que merendar durante todo el día, porque se libera más saliva durante una comida. La saliva ayuda a lavar los alimentos de la boca y reduce los efectos de los ácidos, que pueden dañar los dientes y causar caries.
Recuerde siempre cepillarse mínimo dos veces al día con pasta dentífrica con poco flúor, utilice el hilo dental a diario y visítenos con regularidad. En Clínica Dental Dr. Reato podemos ayudarte a evitar que se produzcan problemas y solucionar aquellos que si ocurren mientras son fáciles de tratar.
¿Cuáles son los factores que afectan al desarrollo de caries?
Los siguientes factores tienen un efecto importante en la salud dental:
· Factores individuales
La predisposición a las caries varía entre los individuos y entre los diferentes dientes dentro de una misma boca. La forma de la mandíbula y de la cavidad bucal, la estructura de los dientes y la cantidad y calidad de la saliva son importantes para determinar por qué algunos dientes tienen una mayor predisposición que otros. Por ejemplo, algunos dientes pueden tener agujeros, pequeñas grietas o fisuras que permiten la infiltración de ácidos y bacterias más fácilmente. En algunos casos, la estructura de la mandíbula o de la dentición hace que la limpieza de los dientes o el uso de hilo dental sean más difíciles.
La cantidad y la calidad de la saliva determinan los índices de remineralización de los dientes. Por ejemplo, se suelen encontrar relativamente pocas caries en la parte delantera inferior de la boca, donde los dientes están más expuestos a la saliva.
El tipo y la cantidad de las bacterias que generan caries presentes en la boca son también relevantes. Todas las bacterias pueden convertir los carbohidratos en ácidos, pero algunas familias de bacterias producen ácidos en mayor cantidad y produce un aumento de riesgo de caries. Algunas personas tienen niveles más altos de bacterias que causan caries que otras debido a una higiene bucal inadecuada o insuficiente.
· Higiene bucal y uso del flúor
En los últimos años ha habido una reducción en la incidencia de caries en la mayoría de los países europeos. Un aumento de la higiene bucal, incluyendo un cepillado diario y el uso del hilo dental para quitar la placa, así como el uso de pasta de dientes con flúor, combinado con revisiones dentales periódicas, parece ser los responsables de la mejora.
El flúor inhibe la desmineralización, fomenta la remineralización y aumenta la dureza del esmalte de los dientes, haciéndolo menos solubles a los ácidos. Una cantidad apropiada de flúor ayuda a prevenir y controlar las caries.
En algunos países la sal, la leche u otras bebidas tienen flúor añadido y disponen también de suplementos de fluor en forma de comprimidos o líquida. Se debe tener en cuenta el nivel de flúor en el agua potable y en la comida cuando se evalúa la necesidad de tomar suplementos de flúor. Esto es especialmente importante en los niños menores de 6 años cuyos dientes aún se están desarrollando. Un exceso de consumo de flúor puede llegar a causar manchas en los dientes, lo que se conoce como «fluorosis».
Frecuencia de consumo de carbohidratos: existen debates acerca de la importancia relativa de la frecuencia del consumo de carbohidratos y su relación con las caries. Como en el caso de la relación entre dieta y caries, este vínculo parece debilitarse con la adopción de una buena higiene bucal y flúor.
Cada vez que se muerde un alimento o se sorbe una bebida que contiene carbohidratos, cualquier bacteria causante de caries que se haye presente en los dientes comienza a producir ácidos, iniciando la desmineralización. Este proceso continúa durante 20 o 30 minutos después de comer o beber, o más tiempo si hay restos de comida atrapados localmente o que permanecen en la boca. En los períodos entre las distintas ingestas (de comida y/o bebida) la saliva actúa para neutralizar los ácidos y ayudar en el proceso de remineralización. Si se come o se bebe frecuentemente, no le damos tiempo al esmalte de los dientes para remineralizarse completamente y las caries comienzan a producirse. Por eso comer o beber continuamente durante todo el día no es aconsejable.
La caries del biberón o caries de la lactancia es una patología en la que los dientes de los niños se dañan debido a una exposición frecuente y prolongada a bebidas con azúcares, normalmente por medio del biberón. En particular, los problemas aumentan cuando se acuesta a los niños con biberones de leche de fórmula o zumo. El flujo de saliva se reduce mucho durante el sueño y los líquidos dulces permanecen alrededor de los dientes durante largos períodos de tiempo. Esto crea el entorno perfecto para que se desarrolle la caries dental.
¿Qué alimentos son protectores contra la caries?
Algunos alimentos ayudan a protegerse contra las caries. Por ejemplo, los quesos curados aumentan el flujo de saliva. El queso también contiene calcio, fosfatos y caseína, una proteína láctea que protege contra la desmineralización. Acabar una comida con un trozo de queso ayuda a contrarrestar la acción de los ácidos producidos por los alimentos ricos en carbohidratos consumidos en la misma comida. La leche también contiene calcio, fosfato y caseína, y el azúcar de la leche, la lactosa, es menos cariogénico (causante de caries) que otros azúcares.
¿Qué es la erosión dental?
La erosión dental es la pérdida del tejido dental duro que se encuentra en la superficie de los dientes debido a procesos químicos, normalmente a un ataque ácido, sin involucrar a la placa bacteriana. En nuestra dieta, hay alimentos y bebidas ricos en ácidos, y en individuos susceptibles y en determinadas circunstancias (p. ej. mayor exposición a alimentos y/o bebidas acídicos) es posible que la erosión pueda producirse. Una mayor frecuencia de exposición puede desbordar la capacidad de protección natural de la boca, que varía entre individuos.
Es aconsejable evitar comer y beber alimentos y bebidas acídicos durante el día, limitando su consumo preferiblemente a las comidas principales. Se ha sugerido que debería evitarse el cepillado dientes inmediatamente después del consumo de alimentos o bebidas acídicos pues el cepillado en presencia de ácidos puede aumentar el desgaste de los dientes. El masticar chicle sin azúcar, también ayuda a neutralizar los efectos de los ácidos, ya que estimula la secreción de saliva neutralizando así la acción de los ácidos.